Lamento no haber dado señales de vida últimamente por aquí, pero las vacaciones me llamaban. Por una parte estaba el compromiso familiar y por otro las ganas de abandonar Madrid e ir a cualquier otra parte. Por fortuna ambas circunstancias me llevaban por caminos que convergen en un mismo lugar.
Ese lugar es Valladolid. La ciudad del Pisuerga, de Zorrilla y de las pajareras es para mi un lugar especial. No solo es la ciudad en la que nací y viví hasta los ocho años sino que además es un lugar que visito con mucha frecuencia y que siempre me evoca sentimientos enfrentados.
Visito la ciudad todos los veranos, pues pues tengo familia aquí. Mis primos y mis tíos viven allí todo el año. Adoro pasear por el parque del Campo Grande. Es un lugar mágico para mi. Quizás no es el parque más espectacular del mundo, ni mucho menos, pero para mi es uno de los lugares más especiales del mundo.
Aquí me enamoré por primera vez y mi corazón se rompió en mil pedazos también por primera vez. También es en este singular parque donde decidí que si alguien me rompía en corazón de nuevo sería con mis manos atadas y usando un cincel y un martillo.
Pucela también supone para mi los largos veranos con paseos en bicicleta, aburridas clases en el colegio de monjas, inocentes juegos infantiles y cierto toque de mojigatería ultracatólica flotando en el ambiente. Pero Valladolid huele sobretodo a decadencia. Sin embargo es una decadencia distinta a la de Madrid. A pesar de haber sido la capital del Imperio Español durante cinco años hasta que la corte se translado a Madrid, lo que le dió un impulso cayó en decadencia de todas maneras.
También está el canal. Esa obra inconclusa que estaba destinada a ser la vía comercial de Castilla y León con los puertos del norte y que el ferrocarril dejó obsoleta, aunque de nuevo le trajo grandeza a la ciudad. la ciudad del Pisuera también es una capital falsa. El estatuto de Castilla y León no reconoce una ley de capitalidad, pero es la capital de facto. Sin emargo actualmete su crecimiento es claramente inferior al de Salamanca, donde muchas empresas de Madrid se esntán transladando a abriendo nuevos centros aprovechando condiciones más ventajosas que en la capital de España.
lunes, 18 de agosto de 2008
De vacaciones en Valladolid: un arco de ladrillo, un canal inconcluso, tres pajareras, primeros amoríos y un corazón roto
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4 comentarios:
Valladolid nos queda un poco lejos, pero ya contare la aventura de este fin de semana el Lunes ^^
Me alegro que te guste cherrie ^^
Siempre es bueno encontrar un sitio donde uno se sienta agusto ;)
Salu2
Las ciudades hay que hacerlas de uno para entenderlas y disfrutarlas... Valladolid ya es tuya...
las veces que he estado me ha gustado valladolid, pero mi ciudad mía es madrid
bs
Pues Valladolid tiene su encanto si te mueves a pie. Porque el caos circulatorio es inherente a esta ciudad!! Cuando voy a pasar unos días al piso de mi novia, siempre intento aparcar (tras media hora de vueltas) en un sitio en el que el coche pueda quedarse todos esos días. Porque Valladolid tiene un no-sé-qué que sabe a viejo, a costumbre, a tradición... (Es lo mismo que siento cuando visito Madrid). Vivo al lado de Valladolid, pero hasta hace un par de años, nunca había dejado que me gustara, siempre la prejuzgué. No estoy enamorado de Pucela, pero al menos ahora no la odio...
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