miércoles, 4 de marzo de 2009

En capítulos anteriores de "El diario de una rubia"...

¡Hola!

Al repasar las entradas antiguas me he dado cuenta que ya no soy la misma persona que era cuando empecé a escribir está especie de diario. El espíritu con el que escribo ahora no es el mismo. No se sí es mejor o peor para conseguir visitas, pero esa no es la intención.

En principio empecé porque perdí una apuesta, pero yo nunca pierdo a nada y sí acepté las condiciones era porque en realidad estaba más que dispuesta a escribir una especie de relatos de las gamberradas que yo y mi grupo de amigas cometíamos. Con el paso del tiempo esto se ha ido convirtiendo en algo más personal, quizá en parte demasiado personal, porque muchos días tengo ganas de escribir aquí, pero en el último momento me contengo porque quizás son cosas demasiado personales.

Pero bueno, que se fastidien ellas, lo abrí yo y lo mantengo yo, y ellas se abstienen de comentar, seguramente porque lo hacen en persona, o porque a la hora de la verdad les da un poco igual. Lo cierto es que me estoy distanciando de mis amigas, pero creo que son ellas las que se están distanciando de mi.

Sin embargo hay algunas personas de las que no logro distanciarme. Los amigos hechos durante el Erasmus, por ejemplo mi primer compañero de piso, que no era de Erasmus, sino que era un hombre de allí que estaba finalizando el doctorado me consiguió un cliente, también me invitó a su casa en Suiza uno de mis antiguos compañeros del internado, con el que mantengo el contacto regularmente desde entonces, aunque su novia se ponga celosa. Hay más gente con la que mantengo el contacto de forma habitual, aunque no les he nombrado desde entonces.

Ligué con un chico por otro de esos absurdos desafíos. Uno al que ni siquiera le hubiera dirigido la palabra en otras situaciones. Las cosas sucedieron de tal manera que el pasado fin de semana estaba disfrazada de caperucita solo para decirle eso de "que ojos más grandes tienes". Lo que ahora que lo pienso es una solemne tontería, porque con preguntarle si estaba dispuesto a que nuestra relación avanzara al siguiente nivel era suficiente. (Además cocina unos guisos deliciosos).

En el terreno laboral también ha cambiado todo. Empecé esto como estudiante en practicas en una editorial y ahora estoy de secretaria haciendo uan sustitución en una compañía de seguros, aunque logré terminar la licenciatura (aunque el título aún no me ha llegado) e incluso establecerme como profesional freelance. ¡Tengo cuatro clientes! aunque no me da para comer todos los días.

Tengo un piso que heredé por sorpresa, en otra ciudad y con necesidad de una reforma. Además está invadido por familiares que me odian a los que no puedo echar, bueno, si puedo, pero prefiero no hacerlo. Pensandolo bien no me pueden odiar más, pero no deseo expulsar a alguien de la casa en la que ha vivido toda la vida. Me las he apañado para que ellos paguen todas las reformas e impuestos de la vivienda, al fin y al cabo disfrutan de ella gratis y la reforma ya la tenían presupuestada antes de que yo la heredara.

En cuanto a la familia directa mi padre me ha pedido que regrese a casa. Dice que me hecha de menos, aunque no se que pensar, sobre todo teniendo en cuenta que me ha criado un ama de cria mientras mis padres estaban de viajes de negocios y cuando opinaron que era lo bastante mayor me mandaron a un colegio internado de monjas y después dos años a un internado en el extranjero.

La parte buena del internado fue que puedo decir que he visto hacer el queso de Gruyeré en directo, y que mandarme a un sitio donde los que menos capaces se manejan en tres idiomas fué regalarme la mitad licenciatura en traducción e interpretación, aunque mis padres hubieran preferido que estudiara Administarción y dirección de Empresas, carrera que abandoné tras aprobar el primer curso casi entero caund descubrí mi vocación.

Y de  momento esto es un somero resumen de toda mi vida hasta hoy. Menos mal que no quería tratar temas muy personales ni extenderme demasiado, dos semanas para escribir esto guardando borrador tras borrador (hasta 17 borradores) y ahora escribo todo esto de una sola vez.

Saludos a todos y muchos besos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no hubiera resumido mejor mi vida en 1200 palabras.

¿Al final que ha pasado con Ruben?

Sarita dijo...

No, para ti 1200 palabras son una introducción breve. Cobro por palabra, así que no me extiendo para no tener facturarme a mi misma.

Si quieres saber que ha pasado con Rubén tendrás que esperar a mañana.

Anónimo dijo...

Jo, como te cebas conmigo con lo de las 1200 palabras. Sabes como bajarle el ánimo a cualquiera.

Sr. D. Javier de García dijo...

Me encantan vuestros blogs (el de dardo y el tuyo) porque yo soy de pueblo y ya se sabe que somos unos "cotillas". Quiero decir que ya estaba un poco hasta la coronilla de blogs "técnicos", de gente que se las da de "culturetas" y cosas así... y pasarme por Estupidez o Diario de una Rubia es como una ráfaga de aire fresco. Es como asomarme a vuestra cabeza. Me encanta!!!