jueves, 28 de noviembre de 2013

Valorar lo que se tiene

Dicen que nunca se valora lo que se tiene hasta que se pierde. Hoy he descubierto que nunca podré concebir un hijo propio. La verdad es que nunca me había planteado en serio la posibilidad de ser madre. Siempre he considerado que es una posibilidad que estaba allí y que una vez llegado el momento decidiría optar por ella... o no.

Ayer no me planteaba ser madre. No lo deseaba, pero durante una revisión médica han detectado algo que me impediría serlo. Podría quedarme preñada, pero con toda seguridad nunca podría salir una criatura viva de mi vientre. Me siento un poco vacía. He llorado un poco, pero ya está. Al fin y al cabo pensándolo fríamente no necesito engendrar vida de mi propio cuerpo para ser madre, ni es obligatorio tener esa posibilidad. En ocasiones las mujeres nos sentimos como si tuviéramos la obligación de mantener nuestro cuerpo sano para poder ser una incubadora hasta que se nos pasa el arroz y no es necesario. Somos suficientes humanos en el mundo y hay montón de cachorros de nuestra especie desprotegidos, deseando que llegue una mujer que desee ejercer la opción de acogerles y tratarles como si hubieran salido de su propio vientre.

Estoy confundida. No puedo tener un hijo propio. No estoy segura de haber querido tenerlo, ni de querer adoptarlo, pero hecho de menos la posibilidad de poder tenerlo, y es una posibilidad que tal vez nunca ha estado ahí. Al menos por todo lo demás estoy sana valoraré eso.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si a veces pasa eso que nunca te paras a pensar sobre algo asi hasta que te pasa algo de ese estilo...pero tù lo has dicho siempre puedes adoptar que hay muchos niñ@s necesitados..animo guapa como tù bien has dicho lo importante es que estàs bien!!! besooos. Susi,