Soy un ser superior. Al menos eso es lo que opina el mejor amigo de mi novio. El otro día ese chico me lo dio aprovechando que mi novio había ido al aseo. La verdad es que la cosa me dio que pensar, porque si soy un ser superior al menos me gustaría ser consciente de ellos y disfrutar perdonando la vida a los simples mortales.
Ese día me preocupé, desperté a mi amigo Hans, que es la única persona con la que puedo hablar de estas cosas con sinceridad y le mantuve despierto más dela mitad de la noche (luego no se porque me extraño cuando su novia se pone celosa).
Que quede claro que nunca me he considerado un ser superior, hago todo lo posible por alcanzar la excelencia en las actividades que emprendo y me gusta ser exhaustiva, pero no me reo por encima del resto de la humanidad en ningún aspecto, aunque cualquier sitio al que planee visitar el amigo de mi novio ya lo haya visitado yo primero.
Así que no creo que yo sea un ser superior sino que él se considera igual a la mayoría pero inferior a mi. ¿Qué tengo más dinero? Pues si. ¿Me compro cosas más caras? También. ¿Que luego además me sobra el suficiente para ahorrar y hacer viajes a donde yo quiera con menos restricciones que él? También, pero no creo que eso me haga estar por encima de nadie, ni aunque hable seis idiomas y medio. Más bien eso significa que si me quedo sin trabajo tengo más países donde buscar uno nuevo, que mis mejores amigos viven a más de mil kilómetros de casa y que estoy más sola que quienes son como él.
Hace dos años mis sentimientos eran como una montaña rusa, llenas de subidas y bajadas bruscas, seguidas de una época de amargura de la que salí gracias al chico que ahora es mi novio cuando ni siquiera consideraba que nuestra relación pudiera llegar ni siquiera a una amistad temporal cuando consideraba que el jamás podría estar a mi altura.
Ahora que llevo mucho tiempo sintiéndome genial conmigo mismo, por mi situación, por haber encontrado a una persona que me ha hecho sentir bien interesada por mi a nivel afectivo y amoroso, que tengo un trabajo estable y bien pagado, no uno de becaria ni de autónoma que tenía que enfrentarme a otros colegas por hacerme con sus clientes me siento de nuevo hecha polvo.
Pero un ser superior no ha de mostrar sus sentimientos ante nadie. Una princesa tiene que sonreír siempre y responder lo que se espera de ella.
Si, le dije al amigo de mi novio que soy un ser superior. Me siento un ser superior, pero no superior al resto de la humanidad, sino superior a mi misma, superior a quien era antes, pero el mérito no es sólo mío. Hay algunas personas aquí al lado y también a más de mil kilómetros que me hacen ser mejor cada día. Superior a como era el día anterior, y las quiero y las respeto a todas por ser como son e intento impregnarlas con un poquito de mi superioridad para que ellos también se superen a si mismas todos los días.
Besos y abrazos.
Firmado: un ser superior.
martes, 19 de enero de 2010
Soy un ser superior
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario