¡Feliz año bloguero!

Querido diario:

Este es el primer cambio de año que tu y yo pasamos juntos. Creo que este año he cambiado mucho y tú has sido el fiel reflejo de dicho cambio. Empezamos en marzo con mal pie, ya que no tenía intención de perpetuarte y tenerte junto a mí, sino que fueras simplemente el testigo de mis apuestas y de mis gamberradas.

Fuíste testigo de mi ruptura con Javier y de mi lado más oscuro. Descubriste en una nueva apuesta estaba dispuesta a enrollarme con quien sea, aunque fuera un bicho raro.

También me he independizado y además he terminado la licenciatura (o casi). La motivación ayuda mucho, y las tardes de biblioteca pueden ser estimulantes.

He descubierto que es tan importante como se considera una a si misma, como como el consideran los demás, especialmente aquellos a quienes se tiene más cerca.

Ya casi entradas las vacaciones repasé cual es mi peor defecto y revelé a aquellos que se interesan por mí cual es el tesoro que más aprecio. También dediqué un pensamiento a aquellas personas a las que no les deseo un feliz 2009 y las que no se lo desearé porque se merecen mucho más que un solo año de felicidad.

Repasé algún tema de actualidad, hice un viaje de trabajo, algunas excursiones, una visita a mi ciudad natal y he cuidado de una mascota durante dos semanas. También he descubierto que no se ma dan bien los test de inteligencia y que todo puede cambiar en cualquier momento.

El año ha terminado con sobresaltos. La reunión familiar por navidad fue bastante desastrosa (siendo optimistas) aunque me he propuesto retomar las buenas costumbres aunque me costará un poco por le momento.

Y esto es un somero resumen hasta la fecha.