Ya estoy aquí de nuevo para contar nuevas historias de mi ajetreada vida.
El fin de semana ha sido bastante agitado. Todo comenzó el viernes por la tarde cuando estaba en casa de Rubén y estábamos y acabábamos de decidir que película ir a ver al cine. En ese momento recibí un mensaje en el móvil. Estábamos hablando de mi y de mi pasado, ya que a Rubén no le parecía justo que si yo ya sabía que le no había tenido ninguna pareja anterior el no conociera nada acerca de las mías.
Y justo en ese momento alguien me dejó una llamada perdida en el móvil. Vaya, alguna amiga no se ha enterado que hoy no salgo con ellas. Saqué el móvil del bolso y me vi el número de Javier, én la pantalla y con las mismas lo dejé encima de la mesa sin hacer ningún caso a la llamada perdida ni molestarme en borrarla.
Tengo dos teorías, una es que se le ha acabado el rollo con la chica con la que estuviera y queier intentarlo conmigo o bien, quiere restregarme que ya lleva cierto tiempo seguido con una relación seria. O bien lo más plausible es que se le haya ido el dedo y quisiera marcar el siguiente número de la lista o el anterior y se haya dado cuenta demasiado tarde.
En cualquier caso Rubén se extraño que no contestara la llamada perdida inmediatamente, porque siempre lo hago. Me preguntó quien era esa persona que no merecía mi atención y le dije la verdad. Le conté que su pregunta había sido como una invocación y que si antes saca a relucir el tema antes me llama la pareja con la que lo dejé justo antes de conocerle.
Le conté que le dejé porque no me gusta sentirme un trofeo, ser guapa está bien, ser educada y procurar tener siempre un comportamiento y unos modales exquisitos está bien, pero yo quiero ser adorada o amada por otras cosas, no ser una mejer de vitrina. Aunque le dije también que con el nunca me sentiré así, porque a él le importan las personas y no le gusta presumir de ningún mérito.
En ocasiones Rubén es incluso demasiado modesto, y eso me molesta en parte, porque tendría que sentirse más orgulloso de algunas cosas y hacerse notar más, porque se esfuerza mucho y se lo merece.
Continuando con el tema el viernes al final fuimos al cine y después nos despedimos hasta el sábado, porque habíamos quedado por la mañana para desayunar unos churros y acompañarle a sus clases de baile de salón. Hace años que no practio baile, y tenía muchas ganas. Además él puede cambiar de pareja y no bailar con su tía esta vez. (no, si cuando decía que era un bicho raro lo decía con motivo :) ).
Debo decir que como bailarín no lo hace nada mal, aunque el no piensa lo mismo Nunca será un Fred Aster, pero lo hace lo suficientemente bien como para llevar a una persona que sepa bailar un poco sin tropezar o pisar a su pareja, es decir, suficiente como para que podamos bailar juntos un vals razonablemente bien.
Su tía nos invitó a comer la semana que viene, aunque de nuevo Rubén se avergonzó mucho cuando su tía le preguntó el motivo por el que no le había presentado a este portento (refiriéndose a mí). Tuve que intervenir y decir que yo había dado muchas clases de baile cuando era pequeña, pero que el mérito era suyo por saberme guiar, ya que hacía años que no bailaba.
Para finalizar solo decir que me lo he pasado estupendandamente y no veo el momento de que pase la semana para ir cenar con la parte de su familia que no conozco.
domingo, 5 de abril de 2009
Ex-parejas, churros y baile de salón
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1 comentarios:
Bueno, y qué tal fue la invitación? Ya conociste a todos?
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