martes, 6 de abril de 2010

Las vacaciones de Semana Santa

Esta Semana Santa me he ido de vacaciones a Italia con Rubén. Me lo he pasado muy bien y ha sido muy romántico. Además creo que le ha servido para desconectar de todo, porque estaba algo hundido por los problemas ex-laborales. Y digo ex-laborales porque al acabar el trimestre escolar le han dicho que no vuelva más por la academia que no le necesitan.

Volviendo al tema del ocio vacacional debo decir que me lo he pasado en grande. Sobre todo cuando le he dejado intentando entenderse con un tendero y yo confundiendole para que le fuera más difícil hacerse entender sólo para deleitarme viendo como sufría al no saber explicar lo que quería.

Cuando ya estaba desesperado después de más de 10 minutos de gesticular, señalar y hacer gestos raros salí en su defensa y traduje en menos de 10 segundos lo que mi novio quería explicar. El pobre no sabía que yo hablo italiano, creo que me reservaré decirle que hablo portugués cuando viajemos a Brasil. No me malinterpretéis, normalmente no soy así de malvada, pero no quiero que cada vez que no entienda algo se apoye en mi. Dice que está buscando quien le permita hacer una tesis en el extranjero, y yo le ayudo encantada, pero no quiero que se apoye continuamente en su novio traductora e intérprete profesional para que hable siempre por él. Quiero que aprenda a expresarse en libertad cuando quiera de la manera que sea capaz, aunque no domine el idioma.

Al fin y al cabo un traductor profesional es necesario para que ambas partes se aseguren que dos textos en idiomas diferentes dicen lo mismo en asuntos delicados como un contrato o es necesario un interprete enuna reunión internacional para negociar asuntos importantes, como un acuerdo que evite una guerra y donde cualquier matiz es sútil, pero desde luego para pedir la comida no hace falta, a menos que tengas necesidades dietéticas especiales y padezcas intolerancia a alimentos corrientes.

En fin, me lo he pasado en grande y me ha servido para desconectar.